Cruzeiro salió con todo al ataque y logró arrinconar a Hiuracán en el inicio, especialmente con las reiteradas escapadas de sus laterales, el chileno Eugenio Mena por la derecha y, especialmente, Mayke por la izquierda. Sus centros, sin embargo, no fueron bien aprovechados por los atacantes del campeón brasileño en 2014.
Ordenado y con buen toque y despliegue en el mediocampo, Huracán controló las embestidas y mostró lo suyo ofensivamente, sobre todo en contragolpe. Ramón Abila fue su atacante más peligroso.
El mal estado del campo de juego pareció dificultar el accionar de los jugadores de ambos equipos.
Sin éxito en la seguidilla de centros llovidos sobre el área, Cruzeiro comenzó a probar de distancia ante la cerrada defensa de Huracán, y Leandro Damiao estrelló un violento disparo desde unos 20 metros en el horizontal. Allison obligó al arquero argentino Mathías Giordano a una brillante atajada en una jugada similar.
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El dominio de Cruzeiro pareció en general inefectivo y no se tradujo en verdaderas acciones de peligro. Y sufrió algunas zozobras con los contragolpes de Huracán.
Casi sobre el final, Judivan, solo frente a Giordano, disparó levemente desviado junto a un poste, en la mejor ocasión de gol para Cruzeiro.
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