Pronto se puso el partido de cara para los rumanos, gracias al tanto del centrocampista Constantin Budescu, quien remató un balón dentro de la red tras un centro de su compañero del Rayo Vallecano, Razvan Rat.
De esta manera, los pupilos por Anghel Ioardenescu empezaban enchufados para asegurar su billete a la máxima competición europea a nivel de selecciones, pero los isleños se mostraron activos y llegaron a desperdiciar ocasiones que habrían igualado el electrónico.
El gigante Nattestad, un jugador 1,97 metros, falló la oportunidad más clara de su equipo en la primera mitad, tras golpear cerca de la portería un balón después de haber ganado la posición a la defensa rumana.
Justo instantes antes del descanso apareció una vez más Budescu con un tanto inesperado, ya que se trataba de un centro que entró en los tres palos sin que el guardameta local Nielsen pudiera desviar el balón.
Nada más iniciarse la segunda parte, Isas Feroe puso entre las cuerdas al portero rumano de la Fiorentina, Ciprian Tatarusanu.
El centrocampista Hansson esquivó el fuera de juego para plantarse solo ante Tatarusanu, quien se vio obligado a realizar una extraordinaria parada con el pie.
Aunque fue un espejismo una posible recuperación de los jugadores del archipiélago, los rumanos controlaron la posesión de la pelota bajo una trompa de agua sin efecto alguno sobre el césped artificial del estadio Torsvollur.
El volante Maxim, que recién había entrado en el terreno de juego por el excentrocampista del Espanyol y Granada, Gabriel Torje, remató la victoria con un bonito tanto tras una jugada con su compañero Stancu, que lo dejó solo ante el portero local.
Rumania acudirá a la Eurocopa después de haber estado 8 años sin disputarla.
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