El equipo, cuarto en la liga, tendrá ahora un plazo de siete días para apelar la decisión.
El encuentro en la capital búlgara fue suspendido cuando el Litex vencía 0-1 tras unos violentos incidentes en el campo protagonizados por dos jugadores de ese equipo, el colombiano Rafael Pérez Almeida y el estadounidense Bjorn Maars Johnsen.
El primero en ser expulsado fue Johnsen tras golpear dos veces al centrocampista español del Levski Miguel Bedoya.
Sus compañeros de equipo protestaron la decisión del árbitro por considerar que un jugador del Levski también debería haber sido expulsado por otra agresión anterior.
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A partir de ese momento el ambiente en el campo se tensó y acabó en una agresión de Pérez Almeida contra Bedoya, lo que le valió una tarjeta roja directa y un penalti para el Levski.
El penalti no llegó a tirarse porque el entrenador del Litex, Stoycho Stoilov, saltó furioso al terreno del campo y ordenó a sus jugadores volverse al vestuario, indicación que siguieron y que obligó al árbitro a suspender el encuentro.
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Por esa acción la UBF decidió descender al club al Grupo B (Segunda división) y además multarlo con 10.000 euros.
Otra sanción de 7.500 euros se impone al presidente de Litex, Trifon Popov, por declarar que asumía la responsabilidad de la retirada de la plantilla "naranja".
El caso ha tenido gran repercusión en la prensa del país balcánico y el presidente y propietario del actual líder de la liga, el Ludogorets, Kiril Domuschiev, ha amenazado con suspender la participación de su club en el campeonato y ha acusado a los árbitros de mostrarse tolerantes con el Levski.
El Litex va cuarto de la liga búlgara, a cinco puntos del líder, el Ludogorets, mientras que el Levski va segundo, a tres puntos del primero.
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